Conforme avanzamos en la transformación digital de empresas y organismos se añaden a las redes informáticas cada vez más y más dispositivos (firewalls, servidores, puntos de acceso…). Y adoptamos con naturalidad soluciones en la nube pública y almacenamos nuestros datos corporativos en servidores ajenos.
Las redes privadas cerradas quedaron muy atrás. No se concibe ya una empresa que no esté conectada e interconectada con sus clientes y proveedores a través de la red pública. Ni tampoco que desprecie las ventajas tecnológicas que la conectividad global nos ofrece.
En este nuevo contexto digital, ser capaces de tener una buena vista panorámica, al tiempo que unos buenos prismáticos para enfocar los detalles, es fundamental para la seguridad de la red y la continuidad de negocio.
La monitorización de red se ha convertido en tarea prioritaria para asegurar el buen funcionamiento de la infraestructura TI. Y, en consecuencia, de un día a día en la empresa libre de sustos e incidentes que entorpezcan la rutina de trabajo.
Sin perder el tren de la transformación digital
Desde el punto de vista corporativo, la transformación digital no es otra cosa que una etapa para incrementar la productividad de las empresas y organizaciones. Y, desde el punto de vista técnico, significa pasar de una infraestructura de red centrada en sí misma a una focalizada en la red pública, dónde ya se desarrolla principalmente la actividad de negocio.
Para sacar el máximo partido, las redes se han hecho más extensas y ramificadas. Se componen de combinaciones de conexiones a Internet, SD-WAN, switches, routers, firewalls, servidores… Junto a recursos basados en la nube, como máquinas virtuales, almacenamiento online, aplicaciones de comunicaciones y colaboración…
Además de la complejidad que implica su creciente extensión, las redes empresariales están en continua interconexión con otras redes de colaboradores, clientes, proveedores, organismos públicos… Si lo pensamos, una interconexión casi infinita.
Con cada nuevo componente de red que añadimos a nuestra infraestructura aumentamos el número de dispositivos de red. Su disponibilidad y operatividad se han convertido en un factor clave en la seguridad global de la red empresarial.
Echarles un vistazo de forma periódica para comprobar que todo va OK no es que sea conveniente, es que se ha convertido en una rutina de seguridad indispensable.
La monitorización de la red garantiza su buen funcionamiento y disponibilidad
Frente a este panorama de creciente complejidad de las redes empresariales, si alguno de los dispositivos falla, el buen funcionamiento de la red y su rendimiento pueden quedar seriamente comprometidos. Y con ello, su seguridad y continuidad.
Seamos francos. Las redes actuales necesitan ser controladas constantemente. Comprobar que todo funciona correctamente y, en caso contrario, diagnosticar la anomalía y ponerle solución. Esta es la misión y razón de ser de un servicio automatizado de monitorización de red.
El monitoreo de red es una solución de seguridad de red y gestión de operaciones, y una tarea fundamental a incluir en las rutinas de seguridad de cualquier departamento TI. Si no dispones de uno… Ya es hora de pensar en ello.
Si cuando vamos de noche por la carretera no encendemos las luces del coche, hay un alto porcentaje de que acabemos chocando contra algo o, peor aún, contra alguien. La importancia que tienen las luces del coche en la conducción nocturna es similar a la visibilidad que ofrece la monitorización de red sobre nuestra infraestructura de telecomunicaciones.
Cómo funciona un sistema de monitorización
Para comprobar que todo funcione correctamente en la red empresarial, hay que establecer primeramente unos parámetros personalizados del óptimo funcionamiento de los elementos críticos. Como si se tratara de la “foto ideal” de nuestra infraestructura de red, determinando los umbrales normales de funcionamiento.
En el momento en el que alguno de esos parámetros se sale de lo normal, el sistema de monitorización emite una alarma. Con ella los responsables TI quedan advertidos que “algo se ha movido en la foto”.
Los responsables TIC deben conocer y supervisar el estado de cada dispositivo y componente de red en tiempo real. Es necesario disponer de una “instántánea” cada X tiempo de todos los tests realizados por el sistema, para poner remedio lo antes posible ante cualquier incidencia detectada. Y antes también de que los usuarios tengan que dar parte de ella, interrumpiendo el desarrollo de su actividad profesional.
La supervisión y diagnóstico temprano de cualquier anomalía en la red en tiempo real es determinante para una respuesta rápida y eficiente del equipo técnico. Se trata de dar solución a la incidencia antes de que ningún usuario note las consecuencias.
Los clientes de Leader Redes y Comunicaciones con un dispositivo Fortigate gestionado por nuestro personal técnico, y que dispongan de una bolsa de asistencia técnica, ya disfrutan de este servicio. Y desarrollan su actividad con la tranquilidad que proporciona un servicio líder de monitorización de red, dentro de nuestra oferta como proveedores de servicios de seguridad gestionada.
Foto de portada de Erik Mclean en Pexels