El huracán BYOD (Bring Your Own Device –Trae tu propio dispositivo) es una tendencia al alza que supone abrir las puertas a interesantes ventajas competitivas, al mismo tiempo que plantea un reto para la seguridad y confidencialidad en las conexiones inalámbricas corporativas y los datos empresariales. Un fenómeno derivado del auge imparable de la movilidad corporativa y la consumerización tecnológica.
La tendencia BYOD se refiere al uso por parte de los empleados de una organización de su propio dispositivo móvil (smartphone, tableta o portátil) para el trabajo diario en lugar del terminal que le pueda ofrecer su empresa. Con BYOD las aplicaciones y usos personales y corporativos se entrecruzan planteando un importante desafío móvil a los departamentos y socios de telecomunicaciones de las empresas.
La valoración positiva de esta tendencia viene tanto de los responsables o socios TIC como de los empleados, según un estudio realizado por BT Group. La investigación destaca que el 80% de gerentes TIC creen que tener una política de movilidad que incluya BYOD se traduce en una ventaja competitiva para la empresa. Los beneficios de la adopción BYOD que más valoran los CEO consultados son en primer lugar el incremento de la productividad (64%), seguido de una mayor flexibilidad (48%), además de una mayor satisfacción del cliente por el aumento de la disponibilidad (47%). Sin olvidar que se reducen los costes de adquisición de dispositivos que pasan a los empleados.
Por otra parte, el estudio Horizons, encargado por Cisco IBSG y realizado en Estados Unidos, muestra que la mayoría de los empleados entrevistados prefiere «trabajar a su manera» (Work your Way) eligiendo y utilizando su propio dispositivo y aplicaciones, y con la posibilidad de realizar tareas personales en el trabajo o tareas laborales en sus ratos libres y tiempos muertos.
Un tercer estudio publicado en mayo de 2012 por Aruba Networks (BYOD en Europa, Oriente Medio y África: una visión general de la Adpción, Métodos y Tendencias) concluye que el 69% de las empresas permiten ya alguna modalidad de BYOD en su organización. Sin embargo, solo el 22% de las compañías tienen más de uno de cada cuatro empleados trabajando con su propio dispositivo.
Dos son los principales obstáculos para la plena adopción de esta tendencia: la seguridad, y las dudas sobre cómo hacer cumplir los derechos de acceso según el usuario, el dispositivo y el tipo de aplicación. Entre los «peligros» que puede plantear BYOD a la seguridad corporativa encontramos:
- El robo o la pérdida del aparato.
- La fuga de datos y el consecuente daño a la marca.
- El acceso no autorizado a recursos corporativos.
- La propagación de una infección de malware a todos los dispositivos de la red corporativa.
- El aumento de los costos de incidentes de seguridad, con una bajada de la productividad y la pérdida de confianza de los clientes.
Para que el fenómeno BYOD no suponga un ineficiente y costoso despliegue de aplicaciones y dispositivos móviles en el entorno empresarial, es indispensable que las organizaciones adopten una política clara de movilidad que incluya una estrategia BYOD, para mantener también un equilibrio entre la seguridad de la empresa y la privacidad del empleado.
Dentro de esa política debería introducirse la utilización de herramientas específicas para la administración y control de BYOD como el software de Gestión de Dispositivos Móviles (MDM –Mobile Device Management) que da la oportunidad a los departamentos y socios de telecomunicaciones de asegurar, controlar, gestionar y dar soporte a los dispositivos móviles de la empresa incluidos los personales.
BYOD también está metiendo prisa en la adopción de soluciones de comunicaciones unificadas y de colaboración (UCC o PBX IP) a las organizaciones, grandes (74%), medianas y pequeñas (62%), según se desprende de la investigación 2012 IDG Enterprise Unified Communications and Collaboration. De ahí la aparición de soluciones UCC-BYOD como Avaya Identity Engines 8.0 (dentro de la plataforma Avaya Mobile Collaboration for Enterprise) con nuevas funciones que eliminan los riesgos de seguridad de los dispositivos personales sobre la red corporativa, y permiten que las empresas desplieguen iniciativas BYOD garantizando un acceso de red seguro y flexible para los usuarios.
Los analistas coinciden en señalar que el fenómeno BYOD amplifica la movilidad corporativa pero, como toda novedad que comporta cambios, también plantea algunos retos que hay que superar para que el «efecto BYOD» sobre la estrategia móvil de la empresa sea lo más beneficiosa y exitosa posible. El hecho es que BYOD parece que llega para quedarse, y no sería nada prudente pasarlo por alto, en vista del panorama que presentan los diferentes estudios elaborados sobre esta nueva tendencia.