La nube híbrida evita tener que poner todos los huevos en la misma cesta. Permite a las organizaciones elegir dónde y cuándo colocar determinados datos y cargas de trabajo entre la nube pública, la privada, y el servidor local. El entorno híbrido es completamente personalizable, capaz de adaptarse al tamaño y sector de la empresa, además de aunar las ventajas de ambos modelos cloud. Se presenta como el modelo de nube estándar empresarial.

No son pocos los que apuntan a la nube híbrida como el modelo cloud de mayor potencial en el entorno organizacional. Se asegura que este 2013 será el año de la nube híbrida, y oráculos como Gartner e IDC la señalan como la fórmula cloud más atractiva para mejorar y agilizar los procesos de negocio, al mismo tiempo que plantea grandes retos para los proveedores de soluciones y los departamentos o socios TI de las empresas.

Prueba de ello son los recientes movimientos de los principales proveedores de nube privada como IBM SmartCloud o VMware, que ofrecen nuevas soluciones y adaptan sus productos para la integración de nubes públicas y privadas allanando el camino a las empresas hacia la nube híbrida.

5 características clave de una auténtica nube híbrida

La consultora Gartner va más allá e indica que el modelo híbrido cambiará el papel del profesional TI, ya que requiere profesionales TI externos e internos para apoyar las capacidades de negocio de la empresa creando estrategias entre la nube privada y la pública, con el objetivo de crear un traje a medida de la compañía.

Según una encuesta de IDC, muchas de las pymes consultadas, con menor capacidad de inversión, tienden de forma creciente a externalizar una nube privada a un socio TI de confianza, capaz de investigar las opciones disponibles y desarrollar una estrategia integradora que permita beneficiarse de lo mejor de ambos mundos.

La nube híbrida implica que tanto la nube privada corporativa como la nube pública utilizada trabajen de forma conjunta, alimentándose la una de la otra, automáticamente, para adaptarse a lo que la organización necesite en cada momento. Además implica no tener que pensar en gastos de capitalización, sino en una renta mensual, y en poder expandir la nube privada si ésta llega a sus límites.

Pero, ¿cuáles son las características clave que definen a una verdadera nube híbrida?

  • Integración con los sistemas ya existentes. La arquitectura de nube híbrida necesita combinarse perfectamente con la infraestructura física y/o virtual o infraestructura de nube privada ya existente con los recursos que proporciona una nube pública. Evitando el conflicto con el sistema heredado manteniendo las configuraciones de computación, red y almacenamiento para que la nube híbrida no se convierta en un dolor de cabeza continuo y no afecte al rendimiento del sistema.
  • Escalabilidad. La nube híbrida debe ser capaz de responder a las necesidades de la empresa inmediata y automáticamente cuando ésta necesita de más recursos tecnológicos, de forma que la organización no tenga que preocuparse por los requerimientos tecnológicos para ampliar sus posibilidades.
  • Personalización. La nube híbrida permite adoptar una estrategia cloud en función de las necesidades particulares de la empresa en cada momento, porque aumenta la capacidad de elección a la hora de seleccionar los datos y cargas de trabajo que residen en cada nube, además de que permite crear restricciones de acceso a los usuarios.
  • Orquestación y automatización. Todos los elementos de la nube híbrida deben funcionar en armonía unos con otros, de forma automatizada. El baile entre nube pública y privada debe estar perfectamente sincronizado, también con el entorno local, de forma que ambas nubes puedan operar conjuntamente las soluciones que están en la nube privada y las que están en la nube pública.

Para conseguir estos objetivos en la nube híbrida el código abierto se está consolidando como la mejor plataforma de desarrollo cloud, especialmente destaca el proyecto OpenStack, cuya comunidad crece gradualmente e incluye a los principales proveedores de nube. La aparición creciente de productos de nube basados en este estándar abierto abren el camino a las nubes híbridas, ya que permiten el intercambio de cargas de trabajo entre ambos modelos cloud sobre una misma arquitectura. Muchas son las compañías que anuncian soluciones en esta línea: HP, SUSEIBM, Red Hat, Rackspace, entre otros.

Todo parece indicar que el futuro próximo en la nube del entorno empresarial se moverá sobre arquitecturas de nube híbrida. Pero una auténtica nube híbrida deberá en todo momento contemplar el cumplimento de los requisitos anteriormente citados, de lo contrario no cumplirá con los objetivos de negocio y se convertirá en un quebradero de cabeza. Para conseguir integrar una nube híbrida optimizada y adecuada a cada empresa las organizaciones deberán contar con un integrador de servicios externo de confianza.

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