Internet móvil está en alza, de eso no cabe duda. Y nos ha traído inmensas ventajas y posibilidades a nivel corporativo y personal, pero como no vivimos en el país de la gominola también nos está trayendo algunos quebraderos de cabeza. Especialmente para los departamentos tecnológicos, que se encuentran frente a grandes retos a la hora de gestionar la movilidad corporativa.

Los CIO, departamentos TIC y socios de telecomunicaciones de las empresas se encuentran ahora ante el desafío de gestionar y controlar el acceso inalámbrico a la información confidencial de la empresa en la red corporativa, lo que aumenta la demanda de soluciones de gestión de dispositivos móviles.

La proliferación de estos dispositivos lleva a que en muchos casos un mismo usuario disponga de más de un terminal, entre personales y corporativos, y entre teléfonos inteligentes y tabletas. Lo que lleva a que muchas veces los usos se entremezclen, lo que plantea grandes retos a los profesionales encargados de las telecomunicaciones de la empresa.

  • Reto 1. La incorporación de tecnologías externas a la empresa, como aplicaciones, soluciones de seguridad, software, redes sociales, otros correos online… con usos corporativos o personales. Esto requiere soluciones de gestión y configuración simplificadas y centralizadas, para no complicarnos la vida y hacer su utilización más eficiente. Diferentes dispositivos, diferentes sistemas operativos, diferentes aplicaciones, diferentes soluciones de seguridad,… hacen necesario un control y gestión unificado, por parte del usuario y del departamento o socio tecnológico, desde un mismo sito, y para que todos los terminales sigan las mismas políticas de movilidad.
  • Reto 2. El gran impacto que la movilidad supone en el ámbito empresarial ha cambiado la forma de hacer negocios y la misma estructura empresarial porque el lugar de trabajo no siempre es un entorno único. La movilidad permite eliminar los tiempos muertos fuera de la oficina (tráfico, retrasos, esperas…), así el trabajador está permanentemente conectado al proceso de negocio. Este hecho plantea la necesidad  de buscar la forma de generar mayor productividad del personal a través de las herramientas móviles y sociales y el fomento de las telecomunicaciones.
  • Reto 3. La movilidad ha transformado las organizaciones que se interconectan no solo internamente sino también hacia el exterior (clientes, proveedores, distribuidores…), lo que plantea problemas para la seguridad de nuestra infomación corporativa. Un estudio de Symantec pone de manifiesto que la fuga de información confidencial se encuentra principalmente en grupos de usuarios internos. Los hay que por ingenuidad o desconocimiento ponen al alcance  de terceros determinados datos corporativos (a través de correo, redes sociales, mensajería instantánea…); y también personal  «ingrato» que quiere hacer daño a la empresa. Con o sin voluntariedad, es nuestro propio personal la mayor amenaza para la confidencialidad de nuestros datos. El ataque desde el exterior (hack) supone únicamente un 2% de la fuga de información corporativa. Por todo ello, la seguridad ha de tenerse en cuenta desde el diseño de la estrategia de movilidad, para que la movilidad corporativa no se convierta en un coladero de nuestros datos más preciados. La creación de estándares de seguridad corporativos y la gestión centralizada de los sistemas de seguridad de todos los dispositivos móviles de la empresa es uno de los principales retos.
  • Reto 4. Muchos dispositivos, mucha utilización… hay que reducir costes, o lo que es lo mismo gestionar de forma más eficiente todos estos terminales, manejando los costos operativos a la baja, es decir, con tecnologías escalables que te permitan implementar funcionalidades sin grandes inversiones, o utilizando software gratuíto, entre otras soluciones. El departamento o socio tecnológico tiene que tener especial cuidado a la hora de buscar estas soluciones, porque deben tener sentido en el entorno de la empresa para que no se conviertan en una carga económica adicional. Es decir, deben buscar las funcionalidades justas y adecuadas a la empresa.

En respuesta a estos grandes retos surgen ya soluciones de movilidad, y las más pujantes son aquellas basadas en cloud computing siguiendo la tendencia XaaS (Todo como Servicio) como la de IBM SmartCloud, una infraestructura como servicio (IaaS) diseñada para tener mayor control en la gestión de las telecomunicaciones con transparencia y sencillez. Permite la configuración y gestión de la seguridad en entornos virtuales de forma centralizada. Y reduce costes gracias a que se trata de una infraestructura flexible y autoconfigurable, de forma que se adapta a las necesidad propias de la empresa.