El tradicional rol del outsourcing TIC necesita incorporar nuevas funciones para responder a las necesidades de las empresas en el nuevo entorno en la nube. Un recién nacido ecosistema en el que la integración de lo nuevo, lo viejo y lo que todavía está por llegar es el factor clave para la optimización de las TIC, y el gran reto de los proveedores externos de servicios TIC.
Paseando por Internet sorprende la confusión que mucha gente tiene respecto a la externalización de servicios TIC y el cloud computing. Algunos identifican este último como una evolución del outsourcing, mientras que otros ven los servicios en la nube como el reemplazo de la prestación de servicios externos TIC tradicionales y, por la misma regla de tres, que los proveedores cloud acabarán con los outsourcers convencionales.
Pues bien, ni una cosa ni la otra. Simplemente son cosas distintas, y cada uno tiene su propio papel en el nuevo entorno TIC. En primer lugar, el cloud computing es una tecnología que permite ofrecer servicios TIC a través de Internet, mientras que la externalización es un modelo de contratación de servicios, en este caso de servicios tecnológicos. Aunque el modelo de contratación de servicios cloudse trata también de una externalización, tiene una característica que lo diferencia claramente, el autoservicio, donde un claro exponente son las soluciones de correo electrónico, CRM, y aplicaciones genéricas que aplican criterios de economía de escala.
Ahora bien, lo que no se puede negar es el importante impacto que el nuevo y creciente entorno cloud tiene en la subcontratación tradicional de servicios tecnológicos. El outsourcingTIC se distingue por:
- Ofrecer mejores niveles de servicio, con mayor conectividad y flexibilidad para afrontar las necesidades personalizadas cambiantes del negocio.
- Reducir costes, porque el cliente se ahorra la inversión en equipos y en personal cualificado.
- Incrementar la productividad y la competitividad.
- Optimizar los procesos.
Por estos motivos el outsourcing TIC se ha convertido en una tendencia creciente. pero, a pesar de ello, este mercado no es inmune a la crisis económica y en 2012 registró, según un análisis de Ovum, «el peor ejercicio de la última década a escala mundial».
El cloud computing tiene dos caras: por un lado simplifica algunos aspectos del mundo de los servicios TIC empresariales, pero, por otra, crea un entorno todo en uno, en el que la integración, coordinación y asesoramiento son vitales para optimizar las soluciones TIC de las empresas. Éste es el nuevo papel que deben adoptar los proveedores de outsourcing TIC, así como para ayudar a sus clientes en la adopción de servicios y equipos en función de sus necesidades reales.
Los socios TIC han de gestionar un nuevo modelo híbrido más complejo en pro de una economía de los servicios, optimizando la inversión TIC de las empresas clientes. Para ello es necesario integrar las diferentes funciones y procesos de los servicios externos en la nube, de los sistemas internos y de las aplicaciones heredadas. Su adecuada combinación es lo que permitirá crear un diseño adecuado a cada empresa en concreto, creando un traje a medida.
No hay que olvidar que si bien la oferta de servicios en la nube es muy muy amplia, no deja de ser un modelo de talla única, es decir, los servicios se ofertan en paquetes prefabricados, estándar. Una de las labores del nuevo outsourcer TIC es seleccionar los servicios cloud que no solo respondan a las necesidades de su cliente, sino que también se integren de forma óptima con el resto de servicios en la nube ya adoptados por la empresa, los sistemas internos y las aplicaciones heredadas. Es decir, una de las facetas del nuevo rol de la externalización TIC es conformar un puzzle que tenga sentido.
Esta importante función de integración se hace vital teniendo en cuenta los retos pendientes del cloud computing: la seguridad, la protección de datos y la disponibilidad de los servicios. El socio tecnológico debe ser capaz de reforzar estos puntos débiles de los servicios en la nube con la integración de soluciones destinadas a garantizar un entorno TIC empresarial satisfactorio.
En esa integración y gestión del nuevo entorno TIC el outsourcer debe ser capaz de tomar decisiones con criterios empresariales en función de las particularidades de la empresa cliente. De esta forma el socio TIC no solo ayuda y guía a su cliente en la evolución tecnológica, sino también en la evolución de los modelos de negocio. No hay que olvidar que el cloud computing es un mercado incipiente y en muchos aspectos experimentará cambios, ajustes y novedades conformando modelos de servicios confiables y estables (IaaS, PaaS…).
En suma, la principal nueva función del outsourcing TIC en el entorno cloud es la personalización en un mundo donde cada vez más proliferan los servicios estándar, sin atender a las necesidades propias de cada negocio particular y a su propio sistema interno. Además el socio TIC tiene la importante labor de hacer de guía de sus clientes, orientándolos y asesorándolos en en vasto mundo TIC, lleno de servicios, soluciones, proveedores, opciones, innovaciones, previsiones… para garantizar y asegurar unos óptimos niveles de servicios.
photo credit: bitzi ☂ ion-bogdan dumitrescu via photopin cc
photo credit: woodleywonderworks via photopin cc